Detalles de la ruta
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Descripción
Alex Soler Roig fue uno de los primeros pilotos del País que participó en la Fórmula 1 y en concreto en 10 carreras si bien no llegó a concluir ninguna de ellas por diferentes averías mecánicas.
Hijo de un famoso médico, nació en Barcelona en 1932 y muy joven se aficionó a las carreras de motos con la frontal oposición de la familia por lo que en 1956 se pasó a las carreras de coches donde cosechó innumerables éxitos.
Montecarlo, Montjuic, Buenos Aires, las 24 Horas de Spa, Paul Ricard o el Jarama fueron algunas de las míticas pruebas en las que participó y subió al pódium, pero a pesar de su fama y trayectoria siempre que pudo se inscribía en una carrera que parecía menor la “subida en cuesta a la Rabassada” y es que era una prueba que siempre enamoró a todos los Barceloneses aficionados al mundo del motor.
La Penya Rhin organizó por primera vez esta carrera en 1922 y en 1933 sufrió un parón por la guerra nacional, volviéndose a retomar la prueba en 1949 ahora ya organizada por la Peña Motorista Barcelona.
La precariedad social consecuencia de la contienda hizo correr durante años los mismos coches sin apenas transformaciones si bien a través de su larga historia se pudieron ver todo tipo de vehículos, coches, motos, diferentes fórmulas, Pegasos, 600, Bugattis, 850, Montesas, Derbis, Vespas y en general todo lo que dispusiera de ruedas y motor.
También participaron todo tipo de pilotos desde simples aficionados a los más afamados del momento como Fernando de Vizcaya, uno de los hermanos Maserati, que fue descalificado por inscribirse en la categoría inferior a la que le correspondía, Robert Benoist, Rudolf Caracciola Juan Zanelli, Fernado Roqué, Garriga, Nieto, Alguersuri y una larga lista.
En 1954 se presentaron un nutrido grupo de Alemanes con coches de Fórmula 3 equipados con motor de moto de 500 c.c., corrieron ganaron todo lo ganable y se fueron, no volvieron a presentarse a la carrera nunca más y nadie sabe de donde salieron.
El circuito, disponía en un principio de 4,900 m. pero posteriormente diferentes obras llevadas a cabo lo dejaron en 4,500 m., si bien en una verificación efectuada en 1975 se dieron cuenta que existía un error de 300 m. en las mediciones anteriores , es decir que casi todos los registros efectuados antes tenían una validez dudosa.
Pero a pesar de la apariencia caótica de la carrera, de las curvas llenas de gente que hacían peligrosa la conducción, del atrotinado asfalto y de la nula cuantía de los premios, pilotos y aficionados seguían personándose año tras año a la cita y entre ellos siempre que se lo permitían sus obligaciones Alex Soler Roig, que con los años dejo este deporte para dedicarse a sus empresas