Detalles de la ruta
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Descripción
En 1908 comenzaron las obras de apertura de la Via Laietana para lo cual 85 calles fueron derruidas.
Entre las afectadas encontramos el Carrer de l’Infern, calle que no superaba los dos metros y que para evitar que entrasen carruaje se tuvieron que poner pilones disuasorios.
Se encontraba entre el Carrer Ripoll, conocido como el de los estudiantes por ser la primera calle que acogió una universidad en la ciudad y la Riera de Sant Joan, ambas también desaparecidas.
Hay diferentes versiones sobre la procedencia del nombre, una de ellas hace mención al ruido infernal procedente de los herreros que tenían su negocio en esta calle, otra sin embargo hace mención a un tal Pedro Puertas de la población de Tordera y que pasó a llamarse popularmente por Pedro Botero.
Pedro fue acusado de tener pendiente una deuda que ya había pagado y este en un momento de rabia invocó al diablo para que lo llevase ante el notario fallecido que había tomado nota del pago realizado.
Efectivamente el diablo se le apareció y lo llevó ante Gelma Bonsoms nombre del citado notario, que se encontraba sufriendo penitencia en el infierno y que en medio del sufrimiento atroz le indico donde se encontraba el libro de cuentas donde se certificaba el pago.
Pero cuando Pedro quiso salir del infierno, el diablo le negó la salida y este empezó a invocar a Jesús hecho que hizo enfurecer a Satanás y fue el momento en el que Pedro aprovecho para salir como pudo de aquella inmensa cueva.
La salida de esta cueva apareció en algún punto de esta calle, que paso a llamarse el Carrer de l’infern.
Estaba situada donde hoy se encuentra la Plça de Antonio Maura dirección a la Catedral donde se encuentra un edificio de oficinas perteneciente a una compañía aseguradora y durante muchos años se encontraba el Consulado de los Estados Unidos.