Casa de l’Ardiaca

1 de
Previo Siguiente

Detalles de la ruta

  • Vistas: 587

Descripción

Dicen que tocar el caparazón de la tortuga que hay en el buzón junto a la puerta de la “Casa de l’Ardiaca” trae buena suerte y puede que por este motivo destaque su lustre con respecto al resto del conjunto ya que cada día es tocada por multitud de personas.

El buzón en cuestión fue incorporado por el arquitecto Lluís Domènech i Montaner, cuando hizo la reforma para que el edificio albergase el Ilustre Colegio de Abogados , como el arquitecto no tenía en muy buena consideración a los abogados (llegó a decir que “abogados y procuradores, al infierno de dos en dos”) realizó este buzón lleno de simbología y donde además del escudo del colegio de abogados figuran 5 golondrinas, 3 del derecho y 2 del revés con un buen detalle del plumaje y patas que simbolizan que la justicia, vuela demasiado alto ya en su parte inferior veremos un tallo con siete hojas de hiedra que vienen a significar lo enredada que es la justicia y la tortuga que significa la lentitud de la misma.

Estos detalles no agradaron en absoluto al decano del colegio que propuso a la junta, con poco éxito, la sustitución de esta genialidad.

El arquitecto hizo diferentes obras de adecuación y actualización del edificio que fue creado originalmente como vivienda del Ardeciano (de donde viene su nombre) que era el diácono principal de la catedral y que después del Concilio de Trento fueron perdiendo poder.

La casa original  construida sobre la muralla romana original, con su entrada principal por el Pla de la Seu, se dice que en frente a esta puerta el cantante John Lennon, protagonizó en una de sus visitas a Barcelona y ya de madrugada un simulacro de toreo junto con unos amigos que le hacían de toro.

El conjunto arquitectónico que acoge actualmente el archivo histórico de la ciudad, sufrió infinidad de reformas, si bien la actual es de las más decadentes al menos al ser vista desde la Plaça Nova.

Después de la desamortización de Mendizabal donde gran parte del patrimonio de la Iglesia pasó a manos del estado, este singular edificio pasó por diferentes fases y llegó a albergar desde un taller de artistas, a Juzgado o centro de debates políticos entre otros usos.

No obstante, sigue conservando en su patio y a pesar de pasar desapercibida la palmera más antigua de la ciudad que tiene su fecha de nacimiento datada en 1873 y sigue conservando una magnífica salud.