Detalles de la ruta
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Descripción
Botifler era la denominación que recibían los que se posicionaron con los Borbones durante la guerra de sucesión como fue el caso de Antonio de Alòs y de Rius.
Alòs había nacido en 1693 en la población de Moià en el seno de una familia rica y en 1709 ingresa como voluntario y por convicción en las tropas Felipistas llegando al grado de teniente de caballería durante el asedio a Barcelona de 1714.
Su implicación en esta guerra y en otros destinos posteriores le hicieron merecedor del título nobiliario de Marqués, de gran cantidad de favores ,premios y de una inmensa fortuna.
El hecho es que la familia Alòs se hizo con la propiedad de 5 parcelas del carrer Sant Pere més baix y en el número 55 construyeron su palacete que pasó a denominarse Palau Alòs.
La familia abandonó el edificio a principios del siglo XX y durante su larga estancia procedieron hacer un cambio de la estructura en 1818 con el arquitecto Leridano Antoni Cellers que cambió también la fachada dándole la actual apariencia neoclásica que podemos ver.
El edificio en el cual se han encontrado restos muy anteriores a la fecha de su construcción, como pavimentos o tinajas es en la actualidad un importante centro de actividades del barrio donde comparten espacio una escuela de adultos, una escuela infantil y un centro para los jóvenes con multitud de actividades, aunque para llegar a esta situación el edificio paso por una serie de sucesos que en algunos casos resultan incomprensibles.
Durante la República paso a ser el Centro Obrero Aragonés, donde además de actividades musicales y culturales compartía actos políticos, durante el franquismo pasa a ser Peña Cultural Barcelonesa y pasa a desarrollar simplemente actividades culturales y controladas aunque en la clandestinidad también se organizan actividades políticas.
El edificio vuelva a ser abandonado en 1994 y es cuando unos años después Ajuntament Generalitat cogen las riendas del tema y proceden a realizar la rehabilitación y adecuación del edificio con un presupuesto final de 10 Millones de €.
Pero una vez finalizadas las obras aparece una demanda judicial de los antiguos propietarios que resultan ser un entramado grupo formado por inversores y órdenes religiosas que consiguen una indemnización millonaria por parte de la Generalitat.
A todo esto y durante el último periodo de abandono el edificio es ocupado por un colectivo de ocupas que proceden a habitarlo, a realizar actividades para el barrio y fiestas sonadas.
El día bautizado como 4F en medio de una mega-fiesta, aparecieron en la puerta una brigada y furgones de la policía urbana con la intención de desalojar el edificio.
Por uno de los balcones salió despedida una gran maceta que fue a para a la cabeza del policía J.José Salas que sufrió un traumatismo que lo dejó en coma y posteriormente y de forma definitiva en una silla de ruedas.
A partir de este momento la urbana inició la búsqueda de los actores de aquella desgracia que la llevó a la detención de 9 personas, entre ellos a una pareja con pinta de okupas que según parece se encontraban en el hospital del mar para ser atendidos según ellos de un accidente de bicicleta.
Los dos fueron detenidos, juzgados y encarcelados, en el caso de la chica, Patricia Heras en la prisión de Wad-ras, Patricia que siempre defendió su inocencia, no pudo resistir la situación y en uno de los permisos se suicidó saltando por la ventana de su casa.