Detalles de la ruta
-
Vistas: 817
Descripción
La parroquia del Sagrat Cor de Jesús, situada en Carrer de Pere IV, 398 es obra del gran arquitecto Enric Sagnier.
Inaugurada en 1926 en medio de una zona copada especialmente por huertos de tomates y por pequeñas industrias, destaca por su marcado carácter modernista.
El incendio que sufrió durante la guerra civil dejó importantes daños que incluso hoy son visibles en su interior.
Crónica.
Los hermanos Laureà i Josefa Arangó i Portús, empresarios del textil, acuerdan dejar una importante dotación en el testamento para la construcción de una parroquia dedicada a Sant Josep en el barrio de Sant Martí.
Josefa fallece en enero de 1918 y 8 años antes, deja encargado de llevar a término este proyecto al canónigo Sebastía Puig i Puig.
Como no podía ser de otra manera se compran a Ignacio Villavecchia i Sagnier unos terrenos en la zona de conocida como “El tomàquet” (ya que casi toda la zona eran huertos de tomates) por la nada módica cantidad para la época de 94.215 Ptas y para la construcción se designa al arquitecto eclesiástico por excelencia en la época Enric Sagnier i Villavecchia, es decir…”todo queda en casa”.
No obstante, el arquitecto constructor de obras tan importantes como el Palacio de justicia, la Aduana, el edificio de la Caixa o el templo Tibidabo, hace otra magnífica obra de arte y el mismo día que fallece Gaudí, 10 de junio de 1926 es inaugurada, con los restos mortales de los hermanos Arangó ya trasladados, aunque como ya exista una parroquia con el nombre de Sant Josep, a esta se le denominó Sagrat Cor de Jesús,
Pero el 18/7/1936 unos manifestantes queman la iglesia por lo que es detenido posteriormente el cabecilla Enrique Villa Marín, la intervención por un lado de los trabajadores de las cocheras de transporte municipal que se encontraban pegadas a las paredes del patio de la iglesia y que temían que las llamas acabasen afectando los vehículos y la intervención de los vecinos hicieron que el incendio no acabase destruyendo por completo la parroquia.
En la reconstrucción que se llevó a cabo muchos años después se hicieron variaciones importantes tanto en la rectoría, como en el recito que fue ampliado con un colegio, aunque no fueron sustituidas, por ejemplo, dos importantes imágenes de la fachada, pero si se hizo una nueva campana, que fue encargada al maestro Manuel Mestres y que la bautizo con el curioso nombre de Martina Isidra Antonia.
Si bien los daños de aquel incendio aún hoy en día son visibles en su interior, vale la pena dedicar una visita a este pequeño pero impresionante edificio que se encuentra en una zona industrial y peculiar de la ciudad.