Detalles de la ruta
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Descripción
El expresidente del Real Madrid en el año 2009 Vicente Boluda fue el que cerro la empresa Unión Naval de Barcelona (UNA) en el año 2010
UNA era la antigua compañía Nuevo Vulcano conocida por casi todos por “el Vulcano”.
Los talleres Nuevo Vulcano abrió sus puertas en 1834, en la calle Alegría 57-59 como fundición, en 1840 fábrica la primera máquina a vapor y en 1852 inicia su actividad en el sector náutico, motivo que provoco su traslado y gracias al cual acabo construyendo diferente embarcaciones de importancia.
No obstante estaba claro que otros puertos por su situación geográfica, como el de Bilbao reunían mejores características para la construcción Naval que Vulcano por lo que esta empresa se especializó en la reparación de buques, sin duda estar vinculados a Trasmediterránea garantizaba el negoció.
La empresa más antigua de la Barceloneta y una de las más antiguas de Barcelona vivió acontecimientos que han quedado en la historia de la ciudad, como el incendio de 1924 que destruyo casi la totalidad de la fábrica y que motivó la construcción de unas nuevas naves que perdurarían en el tiempo hasta el cierre o el gran bombardeo que sufrió en 1936 que ocasionó la muerte de muchos de sus trabajadores dándose casos de desaparecidos de los que no pudieron recuperarse los cuerpos.
Narcís Monturiol fabrica en estos talleres en el año 1859 su submarino Ictíneo, que funciona a la perfección. De este submarinos se hicieron dos modelos uno impulsado con manivelas por los marineros que viajaban en su interior y otro con un motor a vapor que permitía navegar sin dar a manivelas pero solo en cuando este se encontraba en la superficie.
El gran problema de los dos modelos era la renovación del aire en su interior por lo que no permitía viajar más de 7 horas bajo el agua en el segundo modelo y 45 minutos como máximo en el segundo.
La procedencia de Monturiol de familia de boteros queda patente cuando vemos las embarcaciones y su parecido a inmensas botas de vino.
De cualquier forma la experiencia fue un éxito a pesar de que los inventos no prosperaron por falta de financiación por parte del estado que incumplio su palabra con Monturiol.
El Vulcano acogió siempre gran cantidad de trabajadores y fue junto a la Maquinista y Terrestre (otra empresa del barrio de la Barceloneta) y el propio puerto, garantía de trabajo seguro para los habitantes del barrio.
Para no levantar sospechas esta empresa fue desmantelándose poco a poco y en el momento del cierre quedaban solo 90 trabajadores y un total de 300 vinculados a esta.
A pesar de tener gran cantidad de encargos y ser muy rentable Vicente Boluda no dudó en cerrarla para trasladar toda la producción y encargos a la sede de su empresa en Valencia.
Detrás de toda la operación nunca quedó clara la participación del Ayuntamiento y la inmensa operación urbanística del puerto que el cierre de Vulcano propició.