En la confluencia del Carrer Aiguablava i Vallbona se encuentra el Xalet, todo un monumento al fracaso urbanístico.

Manuel de Sivatte propietario de una extensa finca de esta zona a principios del siglo XX, decidió crear la Companya de les Altures del Nord Est d’Horta con la intención de hacer una urbanización residencial.

El precio del palmo cuadrado dependiendo de la zona era de 0.02 a 1,25 pesetas, si bien a pesar del precio y de construyeron una carretera de acceso para unir Roquetas y Horta fue un rotundo fracaso.

Los propietarios intentaron endosarle al Ayuntamiento en 1913 toda la urbanización pero no lo consiguieron.

En 1915 volvieron a un nuevo intento planificando una ciudad Jardín, pero tampoco resulto, quedó la muestra de este solitario Xalet inacabado.

Después de la guerra civil lo que tenía que ser una ciudad jardín poco a poco fue transformándose en un suburbio llenándose de pequeñas casas.

Sin plan urbanístico, sin servicios, sin calles asfaltadas, sin transportes siendo los más cercanos en el barrio de Sant Andreu, hizo de este un barrio de difícil acceso y peligro hasta el punto que la propia asociación de vecinos acabo contratando un servicio de vigilancia o que los carteros se negasen a llevar las cartas y optasen por dejarlas en el bar situado en la carretera de Ribes Els Caçadors.

Este bar que aun hoy en día existe, curiosamente recibe el nombre por la gran cantidad de cazadores que había en la zona debido al buen número de conejos que allí habitaba.