En Clot, 82 encontraremos un espléndido edificio con un esgrafiado, perfectamente conservado y cuya construcción es de 1923.

La técnica del esgrafiado se conoce desde épocas romanas y en los siglos XVIII y XVIV, vivió un gran esplendor y en concreto en Catalunya se instauró una escuela propia de especialistas en esta técnica que permitió un gran desarrollo en muchas fachadas de la capital Catalana.

En el noucentismo volvió esta moda con gran fuerza utilizándose incluso en el modernismo, aunque también en esta época la complejidad de esta técnica parecía destinada a edificios donde sus propietarios gozaban de un importante bienestar económico.

Esto hace de este edificio plurifamiliar que albergaron en sus bajos un taller de motores eléctricos cercanos a los talleres de renfe, sea toda una curiosa excentricidad.

En Clot, 82 encontraremos un espléndido edificio con un esgrafiado, perfectamente conservado y cuya construcción es de 1923.

La técnica del esgrafiado se conoce desde épocas romanas y en los siglos XVIII y XVIV, vivió un gran esplendor y en concreto en Catalunya se instauró una escuela propia de especialistas en esta técnica que permitió un gran desarrollo en muchas fachadas de la capital Catalana.

En el noucentismo volvió esta moda con gran fuerza utilizándose incluso en el modernismo, aunque también en esta época la complejidad de esta técnica parecía destinada a edificios donde sus propietarios gozaban de un importante bienestar económico.

Esto hace de este edificio plurifamiliar que albergaron en sus bajos un taller de motores eléctricos cercanos a los talleres de renfe, sea toda una curiosa excentricidad.