Josep Moragues i Sobrevia, nació en la casa familiar de San Hilario Sacalm.

Como terrateniente participó en diferentes escaramuzas contra las tropas Francesas que querían invadir parte del territorio Catalán lo que le convirtió en un experto en armas y marcó un fuerte carácter anti-Francés.

Con estos precedentes resulta fácil entender su participación activa en la Guerra de Sucesión en las tropas Catalanas formando parte del Regimiento de las Reales Guardias Catalanas, batallón de élite del que acaba siendo General.

Acabada la Guerra se refugia en Sort con su familia donde se mantiene alejado de la política, no obstante es reclamada su presencia por el nuevo Capitán General de Catalunya en Barcelona, donde se le requisa toda la documentación y se le somete a vigilancia.

Temiendo ser apresado decide embarcarse clandestinamente hacia Menorca.

Ya en el mar y navegando es reconocido por el Capitán y éste asustado lo retorna a Barcelona donde se esconde en la montaña de Montjuic a la espera de un segundo barco Pero es traicionado y delatado siendo detenido junto con sus compañeros el 22 de marzo de 1715.

Fue juzgado, torturado y ejecutado el día 27 de Mayo del mismo año retirándosele todos los honores militares, se le viste con camisa de penitente, se le descalza y se le arrastra a caballo por la calles de la ciudad, en el patíbulo es degollado, decapitado y descuartizado.

Su cabeza se colgó en una jaula en la Puerta del Mar con una inscripción que de día:

Josep Moragues, por haber cometido el crimen de una rebelión contumaz, haber abusado dos veces de la clemencia real, finalmente, la tercera vez, fue preso y ejecutado por la justicia.

A pesar de los ruegos de su viuda al rey Borbón, la jaula permaneció allí doce años