El Carrer del Pou de la Figuera, 14, es una de las calles más antiguas de la ciudad.
En esta calle fue detenido un peluquero con gran revuelo de la población en aquel momento.
Su peluquería  se encontraba al inicio del pequeño callejón, y es que el peluquero cuando entraba un nuevo cliente y mientras le realizaba el servicio solicitado sometía al cliente a una serie de preguntas que le daban un perfil exacto de la situación familiar del individuo y en el caso de que este manifestase un estado de soledad, el peluquero degollaba allí mismo a su cliente.
Luego trasladaba el cadáver al sótano del local que comunicaba directamente con un hostal que se encontraba en la esquina de la calle y que tenía gran fama por la calidad de sus platos de carne a precios económicos.
Pero un día la resistencia de una de las víctimas y los gritos llevó a alertar a los vecinos a la policía, que rápidamente se personó en el local y descubrió el tétrico negocio.
Ahora el barrio pasa por ser uno de las zonas de ocio de la ciudad más activas y dinámicas durante las noches, con nuevos locales de diseño tanto para tomar una copa como para hacer compras.