Josepha Vilaret madre de familia numerosa y conocida como” la negreta” protagonizó en 1789 la sublevación conocida como “rebomboris del pa” como otros muchos ciudadanos impotentes ante las subidas descontroladas de los alimentos básicos y el nuevo anuncio de una subida del Pan se encaró con unos policías en el mercado que acabó con una gran refriega popular en apoyo de la Negreta y un seguido de protestas por toda la ciudad.
Quemaron el Pastim (panadería central del municipio de Barcelona) y todas la barracas expendedoras de la ciudad, si bien el núcleo de las protestas fueron en el Pla de Palau residencia del Capitán General Francisco González y de Bassecourt (Conde Del Asalto).
El General sacó sus tropas para sofocar la rebelión pero solo sirvió para enfurecen más las protestas.
Todo acabó con la firma de un compromiso por parte del General de mantener sin subidas el precio del pan y con arresto, deportaciones y la ejecución de 6 personas, entre ellas la Negreta.
El propio Barón de Malda consideró totalmente desproporcionada la actuación del Conde del Asalto y relató en sus escritos “cajón de sastre” que la Negreta a diferencia de los otros ejecutados no fue descuartizada y que una mujer de la alta burguesía le compró un vestido blanco para poder ser enterrada de una forma digna.