Anna Farré, enamorada de las cabinas telefónicas, fue capaz de iniciar una cruzada para salvar la última cabina de la ciudad y a la semana ya tenía recogidas más de 2.000 firmas.

En 1966 se instalaron en Barcelona 16 cabinas y poco a poco el número fue incrementándose y con unos años llegaron contabilizarse 108.899, pero la tecnología del móvil, igual que pasó en otros países, hizo que poco a poco fuesen desaparecido y en el 2015 ya habían desaparecido el 85%, si bien en otras ciudades como Londres se les había dado otros usos.

A principios de 2017 ya solo quedaba la cabina número 8595-A, situada en Carrer Lledoner, 2 del barri de Sant Genís, cabina defendida por Anna a pesar de que ella es del Eixample y que los vecinos de Sant Genís, apoyan abiertamente en su reivindicación.

Desde el inicio del conflicto, curiosos y turistas se acercaron a ver este último monumento a la tecnología de una época y algunos no dudan en fotografiarse simulando la famosa película de “La cabina”una gran c

En el años 2021 rodeada de una gran controversia por parte de los vecinos, el ajuntament la quita de esta ubicación y dice que la volverá a poner en otro enclave del barrio, pero reconvertida en una especie de depósito de libros….sin comentarios, sin comentarios