Detalles de la ruta
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Descripción
Uno de los mejores escenarios para organizar el Festival “El Gran Musical” era sin duda el teatro situado en las atracciones de Montjuïch por su aforo para 4.000 personas y por haber actuado famosos como Lucho Gatica, Celia Cruz, Luis Aguile, Lola Flores o los Platters entre muchos.
Y el de Abril de 1980 se organizó en este recinto este macro festival con la actuación entre otros de “Los Pecos” que venían de su gira americana.
Las fans llenaron el recinto al punto que los diferentes cálculos llegaron a situar el número de espectadores en 20.000. Si bien la policía siempre desmintió el hecho, las acciones emprendidas para desalojar unas escaleras, parece ser que provocaron una avalancha de gente que acabó con la vida de Marta Tormo de 15 años por asfixia, que había asistido a ver a Los Pecos en contra de la voluntad de sus padres.
Tanto esta circunstancia como la antigüedad de las instalaciones, la falta de inversión y el deterioro paulatino del recinto hicieron que poco a poco el Parque fuera perdiendo su esplendor.
Nada que ver con los tiempos gloriosos en los que el Caudillo enviaba a sus nietos a las atracciones, evidentemente a barra libre y con todo cerrado para ellos.
El pasaje del terror, la noria, las máquinas para pintar cuadros o el tren del oeste son entre otras algunas de las atracciones que aún perduran en la memoria de muchos Barceloneses.
El empresario venezolano José Antonio Borges se empecinó en montar unas atracciones en la montaña Barcelonesa para lo que en 1964 consiguió una licencia por 30 años del Ajuntament, bajo la responsabilidad de reorganizar la montaña y sus accesos y destinar una parte de la recaudación a las arcas municipales.
Para su construcción fueron desalojadas 454 familias de sus barracas que fueron reubicadas en albergues provisionales, sin duda mucho mejores que las barracas.
Borges, que venía de una familia extremadamente humilde había conseguido una inmensa fortuna con diferentes instalaciones de este tipo por todo el mundo, lo curioso es que a los 10 años de la inauguración se deshizo de la propiedad del parque.
En los 90 se intentó su resurgimiento con la instalación de algunas nuevas atracciones, por ejemplo el Boomerang, visible desde muchos puntos y terrados de la ciudad, pero en septiembre 1998 se procedió al cierre definitivo y sus atracciones fueron vendidas a diferentes parques del país, como Zaragoza o incluso del extranjero como EE.UU..
Ahora en su lugar hay una inmensa zona ajardinada que se llama Joan Brossa junto a otras muchas zonas ajardinadas como los jardines de Petra Kelly, los del Mirador, los Laribal, el Botanic o los Joan Maragall y muchos ciudadanos añoran el Parque de Atracciones