Siempre ha existido prostitución en las Ramblas y en algunos periodos con consentimiento y reglamentación incluida ya que se entendía como un mal inevitable.

La prostitutas tenían que tener entre 12 y 20 años y no podían salir de los burdeles,  si salían a la calle tenían que llevar un vestido blanco y un cinturón azul y durante la Semana Santa no podían trabajar por lo que eran encerradas bajo estricta vigilancia en los Conventos.

Por esta razón hay la creencia de que alrededor de las ramblas se encontraban casi todos los conventos de la ciudad.

Conventos famosos fueron los de Agustinos Descalzos donde actualmente se encuentra la Iglesia de Santa Mónica, Sant Josep donde ahora se encuentra la actual Rambla de las Flores ya que era el único sitio de la ciudad donde se vendían flores o Frailes Capuchinos que dieron nombre al tramo actual de Rambla de Capuchinos, claro que no deja de ser curioso que casi todos los conventos era de monjes.