Benjamin Grau, Victor Palomo, Ricard Fargas, Joan Soler Bultó, Sito Pons, Carles Cardus, Joan Garriga, Miquel Simó y una larguísima lista de pilotos de todas las categorías y especialidades forman parte de la historia del motociclismo Barcelones.

Barcelona siempre se ha mostrado como una ciudad pionera en el mundo del motor bien aportando corredores de prestigio como desarrollando una industria potente y llena de ingenio en el sector.

Si bien en 1867 el Parisino Pierre Michaux fue el primero en montar un pequeño motor a una bicicleta, se considera que el concepto motocicleta nace de la mano de Gottlieb Daimler en 1885 y tan solo 14 años después, en 1899 de diario “Los Deportes” organiza una carrera en un recorrido de 4 Kms entre lo que sería hoy Passeig de Sant Joan amb Roselló y Carrer industria, pasando por varias calles del Ensanche.

Y con estos antecedentes, en 1903, Miquel Villalbí fabrica la primera motocicleta de Barcelona y del estado.

Miquel hace tan solo una producción de 5 unidades que vende por la exorbitada cantidad en la época de 1.200 pesetas (7,23 €), pero hay que entender que la fabricación era en su totalidad artesanal, ya que no existía ningún tipo de industria auxiliar, y desde el chasis al carburador fueron fabricados a mano.

Este motivo y 2 años de media para la construcción de las motocicletas teniendo en cuenta el hecho de que tenía que alternar la fabricación con la reparación de bicicletas lo hicieron desistir del proyecto y transformar la actividad a distribuidor de otras marcas de importación, especialmente motos belgas.

Las Villabí, iniciaron un camino industrial en Barcelona y Catalunya, que con los años siguieron otras marcas de éxito, como Simó, Ossa, Montesa, Sanglas Bultaco, GasGas por citar algunas de las más reconocidas, pero todas deben su éxito a Miquel Villalbí, que no dudó en poner debajo del faro de sus motos, la dirección de su taller, Passeig de Colom, 27, donde ahora se encuentra el Gobierno Militar.