Detalles de la ruta
-
Vistas: 520
Descripción
Bajando por el Portal de l’Angel y poco antes de llegar al final, en la plaza Santa Anna encontramos a la derecha un edificio del más puro estilo franquista que deja entrever una pequeña plaza, con el nombre de Carles Pi i Sunyer (alcalde de la ciudad y ministro durante la república, exiliado a Venezuela donde falleció).
Este edificio que ha sido sede de diferentes organismos oficiales y municipales está ubicado donde en 1666 se encontraba el convento de la orden de los “Teatins” y el conjunto se denominó de “l’Expectació de Nostra Senyora i Sant Maties” en memoria de su promotor, el magistrado municipal Maties Vilar.
El conjunto era muy singular sin un estilo definido pero lleno de detalles como por ejemplo las pinturas de sus paredes obras de Manel Tramules o Pere Costa y la cúpula decorada con pinturas de Antoni Bofarull, pero su exterior era mucho más espectacular con una estatua de más de 2 m. de Sant Caietà acompañada de un ataúd que presidian la puerta la entrada. En 1816 el gobierno de la nación decreta la exclaustración de las órdenes religiosas y por consiguiente el cierre de sus iglesias por lo que desparecen las estatuas del edificio y se pinta de blanco su interior sin respetar las pinturas existentes.
El edificio a través de los años tuvo diferentes destinos como por ejemplo escuela universitaria en 1836 o teatro “Tirso de Molina” (1865) especializado en obras en Castellano, pero también acogió los juzgados de la ciudad o el parque de bomberos.
No obstante, el edificio que sufrió graves daños durante la guerra civil del 36 y que fue derruido para construir el edificio simplón actual, fue también sede durante años de la escuela para sordomudos de la ciudad.
Efectivamente, en 1800 el francés J.Albert Marten, huido de la revolución francesa, y que había estado en diferentes capitales europeas adquiriendo conocimientos sobre educación para sordomudos, puso en marcha en este edificio la primera escuela para este colectivo y ante la reticencia de las familias, fue casa por casa en busca de alumnos y todo el material didáctico fue en principio pagado por él, posteriormente consiguió ayudas del ajuntament, convirtiéndose esta ciudad en la pionera en ayudas a este colectivo, con el tiempo la escuela ocupó otros edificios, pero sin duda este fue el más emblemático y de hecho aún hoy es conocida la plaza como la “plaça dels sordmuts”