Detalles de la ruta
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Descripción
En el número 40 de las Ramblas nos encontrarnos con un sencillo Hotel que en otras épocas y durante muchos años fue uno de los Hoteles de referencia de la ciudad.
Este hotel es uno de los más antiguos y se llama “Hotel de las cuatro naciones” en alusión a Italia, Portugal, Inglaterra y Francia; inició su actividad en 1706, probablemente de la mano de la familia Gippinis de procedencia italiana y responsables de la introducción de las cafeteras en este país.
Si bien en aquellos años el hotel se encontraba en lo que hoy es la Plaça del Teatre, ya que las Ramblas a pesar de tener una gran actividad comercial, no era más que un camino no muy ancho entre la muralla de la ciudad y una riera.
En 1766, se inicia el derribo de la muralla medieval y la construcción de un paseo, y a los inicios del siglo XIX, adquieren el edificio contiguo al convento de los Caputxins Franciscans, situado en el actual número 38 y 40.
Con el dinero ingresado, los Franciscanos optan por una reforma profunda del Convento y la propiedad del hotel aprovecha el mismo arquitecto catalán “Molina i Casamajó”, y hace una reforma en el más puro estilo italiano, tanto en su interior como en su exterior, que aún en pleno siglo XXI se sigue conservando.
Fue sin duda durante muchos años el hotel de más lujoso y con el mejor servicio de la ciudad. Por él han pasado colectivos tan relevantes como los exiliados de la Revolución Francesa que eligieron este hotel para refugiarse o de un gran número de espías europeos que lo utilizaron como punto de encuentro. También fue punto de partida para viajantes de comercio de Madrid y Valencia por su proximidad a los caminos de salida de la ciudad, o de los que embarcaban a diferentes destinos por mar. Celebridades como Búfalo Bill y su grupo de actores, algunos de los cuales fallecieron en el hotel a consecuencia de una epidemia de gripe en la ciudad, pero también de artistas y escritores como el inglés Stendhal que no dudó en calificar en su libro de “memorias de un viajero” como un hotel magnífico y una ciudad preciosa. El científico Albert Einstein junto a su esposa, rechazó una invitación del ya construido y flamante Hotel Ritz prefiriendo hospedarse en el “Cuatro Naciones”, caso aparte fue el del músico Chopin y su pareja y escritora George Sand con los dos hijos de esta, que tras residir una temporada en Mallorca siguiendo las indicaciones de su médico para recuperarse de una tuberculosis que sufría y donde había empeorado considerablemente, decidieron instalarse unos días en el “Cuatro Naciones”, pero la sorpresa vino cuando marchaban del hotel y les presentaron una factura donde se les cobraba el importe de las camas que iban a ser quemadas para que otros futuros huéspedes no se contagiasen de la enfermedad.