Salvador Puig Antich

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Detalles de la ruta

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Descripción

Un soleado 2 de marzo de 1974, en una Barcelona con unas cuantas pintadas reivindicativas y protestas de universitarios se procedía a las 9,20 a la ejecución de Salvador Puig Antich en la prisión Modelo y duele el alma al recordarlo.
A pesar de un sinfín de solicitudes de clemencia entre las que se encontraba el propio Vaticano o el canciller Alemán, José Utrera Molina ministro del régimen franquista y suegro de Alberto Ruiz Gallardón, no dudo ni por un momento en firma la sentencia de muerte.
Salvador, hijo de una familia de clase social media que cursó sus estudios en la Salle Bonanova inicio su militancia en Comisiones Obreras pero poco a poco fue cambiando a movimientos anarquistas y acabo militando en el Movimiento Ibérico de Liberación, los MIL, su alias era el del «Metge» (médico).
Este grupo no dudaba en atracar bancos para financiarse tanto sus publicaciones como para apoyar a huelguistas o detenidos.
A raíz de un atraco perpetrado en una sucursal de la Caixa la policía inició una ofensiva para detener a sus militantes.
Después de dar caza y muerte a dos miembros del MIL, procedieron a la detención y tortura de Santi Soler que acabo confesando los lugares de encuentro, entre los que se encontraba el Bar Funicular que fue donde la policía determino que asestaría el golpe definitivo a la banda.
El Bar Funicular estaba y está situado en el Carrer Girona, junto al portal número 70 y lo que fue la tienda de comestibles Betlén, tienda repleta de delicatessens y donde su propietario hacía uno bocadillos excepcionales pero que ahora su ahijado que heredó el negocio a reconvertido en restaurant.
En efecto la policía en una operación esperpéntica, dio con Xavier Garriga y Salvador en este rincón de la ciudad y era tal la falta de preparación que no tenían ni esposas para inmovilizar a los detenidos incoándose una pelea que acabo con Salvador herido y el policía Francisco Anguas muerto.
La chapuza fue de tal magnitud que aun hoy no está claro si el disparo lo efectuó Salvador o fue el arma que se disparó o fue un error de uno de los compañeros del policía, mientras Garriga consiguió huir aunque a los pocos metros volvió a ser detenido, en medio de la pelea intentaron entrar en el Colmado Betlén pero el propietario los echo del local a todos, por lo que trasladaron la pelea a la portería del número 70.
Increíble, como increíble fue que para tapar todo el asunto procedieran a ejecutar en el mismo día a la misma hora en Tarragona al detenido Heinz Chez, Alemán que el régimen tacho de delincuente común y culpo de asesinato de un Guardia Civil.
Heinz no tuvo tanta suerte (si se le puede llamar suerte) como Salvador, ya que le tocó un verdugo que no tenía ni idea de cómo funcionaba el garrote vil que conjuntamente con el fusilamiento eran los sistemas utilizados para las ejecuciones en este país, por lo que el verdugo tardo 25 minutos maniobrando hasta que dio muerte Welzel, un escándalo.
Las hermana de Puig Antich siguen reivindicando la revisión del caso en diferentes tribunales internacionales ya que en los Españoles no les han hecho nunca ningún caso, sus amigos recuerdan su amabilidad su pasión por la vida y sus gustos, como la música de King Crimson o comer una paella junto el mar en la Barceloneta, sus carceleros siguen hoy conmocionados por la bondad que trasmitia y su novia Margalida volvio a su Mallorca natal intentando pasar desapercibida a pesar de que el cantante Joan Isaac le dedico una preciosa canción  http://www.youtube.com/watch?v=vvqIoVhi5jw
El esperpento llegó al punto que la máquina; el garrote, que se utilizó para asesinar a Salvador, acabó en manos de Camilo José Cela que no dudo en exponerlo durante años en su fundación.
Las últimas ejecuciones se llevaron a cabo en septiembre de 1975 a militantes de ETA, Franco falleció en noviembre de ese mismo año y en el nicho 2737 del cementerio de Montjuïc encontrareis siempre un ramito de flores y los restos de Puig Antich