En la última reforma del Mercado de Santa Caterina volvieron a aparecer innumerables restos del antiguo convento y algunos de ellos están expuestos en la parte posterior de dicho mercado si bien muchos ciudadanos se preguntan que pasó con los restos y tumbas que aparecieron en el subsuelo del mercado cuando se construyó el parking.
El convento de Santa Caterina de la orden Dominicana data de 1268 y en su interior se construyó la primera iglesia gótica de la ciudad.
Un campanario de cuarenta metros de altura la hacía visible desde toda la ciudad , una gran biblioteca y un claustro inmenso dieron nombre y prestigio a este convento que llegó albergar reuniones del Consell de Cent.
No obstante el Ayuntamiento en 1835 no dudó en emitir un decreto que traspasaba la propiedad de los terrenos después de que en esta fecha el convento fuera quemado en una de las revueltas de la ciudad.
A partir de la fecha se dejó espacio libre para la celebración de un mercado y en 1848 se procedió al cubrimiento del mismo con un gran estructura metálica y unas paredes que evocan los mercados árabes.
El Ayuntamiento impuso el nombre de Mercado de Isabel II en honor a la reina, pero el pueblo siempre ignoró este nombre y siguió llamándolo Santa Caterina.