Sta. Eulalia fue la antigua patrona de Barcelona hasta que en 1868 el Papa ratificó el cambio a favor de la Virgen de la Mercé.

Sta. Eulalia es una de aquellas historias que a través del tiempo y de los dichos populares poco a poco fue haciendo grande su leyenda, atribuyéndosele toda suerte de milagros y torturas si bien no hay constancia ni de que existiera.

Pero se supone que vivió, en Sarrià, durante 284-305 siendo papa Marcelino.
Durante la persecución de los cristianos en la región, Eulalia con 13 años escapó de una casa de campo donde sus padres la habían encerrado para que no se entregase a las autoridades. Fue apresada y confesó su fe por lo que fue martirizada en diferentes puntos de la ciudad.
Dice la leyenda que fue clavada desnuda en una cruz de forma de ‘X’  en la Plaça Padró y preservar su intimidad le crecieron los cabellos y comenzó a nevar.

Fue tirada en un barril lleno de vidrios por esta calle y poco antes de su muerte hizo una oración para que el Señor la tomara a su reino, en ese momento la gente vio volar hacia el cielo una paloma blanca que salía de su boca.
Sus restos fueron localizados en la cripta de Santa Maria del Mar en el año 878 y  trasladados a la Catedral.

Hay el dicho que el día Santa Eulalia siempre llueve en Barcelona como muestra de tristeza por no ser ya la patrona de la ciudad.