No hay dudas sobre que el Carrer de l’Anisadeta es la Calle más corta de la ciudad a pesar de que la inmensa mayoría de peatones que la transitan no lo saben.

Situada frente Santa María del Mar y paso habitual de las antiguas procesiones del Corpus se encuentra tocando al Carrer dels Canvis Vells, Calle donde en la edad media los Judíos de la ciudad iniciaron la actividad Bancaria dando el servicio de cambio de divisas a los marineros.

Con tanto trasiego de personal cogió fama una pequeña taberna con mesa exterior que servía una estimulante bebida basada en anís con agua y además y según parece bajo el servicio de una guapísima camarera.

En realidad la calle que actualmente tiene algo más de 4 metros, era algo más larga ya que había una pequeña construcción resultado de un voladizo que fue derruido y era justo en este lugar donde se encontraba la taberna que a partir de ese momento fue traslada a una de las casetas que se encontraban enganchadas a la pared de Santa María del Mar y aproximadamente a la altura del Fossar, pero ya no volvió a tener el éxito que le precedió.

En el otro extremo de la calle aún podemos ver en uno de los edificios un barco que muestra el lugar donde se encontraba la famosa sastrería el Barco.